Champiñón Silvestre con huevo poché




El otoño nos sigue ofreciendo buenas temperaturas, incluso al final de Octubre. Esto permite que, en combinación con algo de lluvia, las setas y hongos aparezcan con generosidad. El sabor de las setas silvestres recoge los aromas de la naturaleza como ningún otro producto. Como muestra, en el plato de hoy, he utilizado champiñones silvestres (agaricus campestris). El sabor de esta seta nada tiene que ver con el champiñón cultivado. Se sabor es más intenso, se nota más la presencia de la tierra y de las plantas aromáticas.


La recogida de setas silvestres es, sin duda, cada vez más popular. Nunca hay que descuidar la seguridad, nunca recoger setas si no se conocen. No hay fórmulas mágicas. Sólo la experiencia.

Pero si se conoce o vienen de una fuente garantizada, desde luego, se disfrutan de verdad.

No está de más advertirlo. En internet hay un montón de información.

La propuesta de hoy es muy simple, con el objetivo de resaltar el  sabor de los champiñones, por lo que los cocinaremos, simplemente salteados, y acompañados de un huevo poché, que aporta suavidad y textura al plato.

Ingredientes (para 4 personas):

Medio kg de champiñones silvestres (Agaricus Campestris)
Cuatro huevos de corral
Un diente de ajo
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Cebollino para decorar el plato.

Elaboración:

Champiñones

Limpiamos los champiñones con un pincel de cocina, tratando de eliminar cualquier resto de tierra y pequeñas hierbas.
Si fuera necesario, se puede terminar de limpiar con un trapo húmedo.
Cortamos los champiñones en dados de un cm. aproximadamente
Picamos el ajo y lo freímos en dos cucharadas de aceite, hasta que esté ligeramente dorado.
Añadir los champiñones y saltear durante unos cinco minutos.
Si el champiñón está muy seco, puede ser necesario añadir un chorrito de agua, para evitar que se quemen.

Huevo poché

Ponemos a hervir una cazuela con agua abundante
Para cada huevo:
En un bol, extendemos un trozo de plástico de cocina untado con aceite de oliva
Echamos el huevo sobre el plástico, y añadimos una pizca de sal
Hacemos un paquetito, y atamos arriba con una cuerda.
Ponemos el huevo en el agua hirviendo y lo dejamos 4 minutos (el tiempo es muy preciso)
Sacamos el huevo del agua y lo dejamos sobre una cuchara sopera.
Cortamos el paquetito, por la parte de arriba, y desprendemos el plástico con mucho cuidado


Presentación

Colocamos los champiñones salteados en el centro del plato
Depositamos el huevo poché en un lado
Decoramos con el cebollino
Por último, damos un corte al huevo, para que se desprenda la yema.

Es un plato simple y que da muy buenos resultados. También puede funcionar con champiñón cultivado.

Sigamos disfrutando de los placeres gastronómicos del Otoño!!

El Otoño




“Decíamos ayer…” Se atribuye esta frase a Fray Luis de León, pronunciada el día que volvió a su cátedra en la Universidad de Salamanca, tras pasar 5 años en la cárcel de la Inquisición.


A mi no me han encarcelado, tampoco me ha secuestrado ningún cocinero purista, pero la verdad es que llevaba 4 años sin actualizar este blog.

En todo este tiempo, he pensado frecuentemente en hacerlo. Volver a la fotografía y a la cocina para editar las recetas que me gustan. Si no lo he hecho, ha sido sobre todo por pensar que no tengo el tiempo suficiente para seguir con el estilo y la calidad que me había propuesto.

Ahora vuelvo. Un poco liberado que complejos y ataduras. Lo que salga será lo que quede…

Tomo de nuevo el blog en Otoño, justo la estación en la que comencé en 2010. El Otoño con las primeras lluvias, con menos luz y con temperaturas más bajas, te invita al recogimiento frente a la cocina, el ordenador y la cámara.

En todo este tiempo, he pensado frecuentemente en hacerlo. Volver a la fotografía y a la cocina para editar las recetas que me gustan. Si no lo he hecho, ha sido sobre todo por pensar que no tengo el tiempo suficiente para seguir con el estilo y la calidad que me había propuesto.

Ahora vuelvo. Un poco liberado que complejos y ataduras. Lo que salga será lo que quede…

Tomo de nuevo el blog en Otoño, justo la estación en la que comencé en 2010. El Otoño con las primeras lluvias, con menos luz y con temperaturas más bajas, te invita al recogimiento frente a la cocina, el ordenador y la cámara.

He ilustrado esta primera entrada con algunos de los productos que nos ofrece el Otoño. En cocina, el producto es el lugar donde todo comienza. La base donde se apoya la creatividad y el trabajo del cocinero. Espero poder escribir muchas veces sobre productos, temporadas y también mercados. Esos mercados tradicionales donde el frutero y el pescadero llevan toda su vida dedicándose a su trabajo y luchan por ofrecer un buen producto, en la jungla de las grandes superficies.


Mientras los últimos tomates relucen en sus plantas ya secas, empezamos a disfrutar de las manzanas. Las de portada, de nuestros hermanos de Pamplona. Magníficas en belleza y sabor…

Es tiempo de granadas y por supuesto de setas.   Con setas comencé en Otoño de 2010 y con setas termino esta primera entrada de mi regreso (Perdón….hongos…que luego me tachan de ignorante. Boletus Edulis…)

Que esta pequeña muestra, reflejo del Otoño, anime a los cocineros y cocinillas que me sigan a retomar su pasión el producto.