Las últimas setas del Otoño


Será este tiempo loco que tenemos, con temperaturas que suben y bajan. Será la lluvia que nos ha visitado con generosidad este Otoño. El caso es que todavía se encuentran setas en el campo.

Mi intención no es escribir un tratado de setas. Pretendo que éste sea un blog de cocina. Pero no me resisto a dar algún detalle de estas misteriosas plantas que utilizaremos para preparar unos deliciosos canapés

Las primeras son senderuelas o sederillas (Marasmus Oreades), en la foto grande del principio. Una seta de sabor delicado y ligero aroma a almendras amargas. Crece en las praderas y orillas de los caminos y senderos, de ahí su nombre.
Se distingue por su color, del amarillo/ocre al marrón. Tiene un ligero bulto en el centro del sombrero, llamado mamelón. El borde del sombrero tiene una pequeña estría. Necesita de lluvia abundante para crecer. No la busquen si no ha llovido bastante



La seta de cardo (Pleurotus Eingii) es la segunda elección. Muy popular en los pueblos de castilla. De consistencia carnosa,del género "pleurotus" que en latín significa pulmón.

En su aroma se encuentran toda la plantas del campo castellano concentrado.

Si no se concocen, NO recomiendo la recolección en el campo. Estas setas se pueden comprar en algunas tiendas (pocas) especializadas


Pueden ser un excelente acompañamiento de carnes, sin embargo hoy creo que la mejor forma de degustarlas, para apreciar su fino sabor, es en canapés. Vamos a ello


Ingredientes

400 gr. de setas silvestres (senderuela y seta de cardo)
Dos dientes de ajo
Un cuarto de cebolla (90 gr.)
16 rebanadas finas de pan de chapata
2 cucharadas soperas de aceite  de oliva



En una sarten se pone a calentar el aceite, se añade el ajo picado fino y, cuando esté ligeramente dorado, se añade la cebolla picada también muy fina

Se deja pochar a fuego lento (unos 7 minutos)




Se limpian las setas que tengan algo de tierra o restos de hierba, usando un pincel de cocina. A la senderuela hay que quitarle el tronco, ya que resulta bastante leñoso. Las senderuelas, por su tamaño pequeño, suelo cocinarlas enteras, las setas de cardo más grandes, se trocean.



Se añaden al sofrito anterior, y se cocinan a fuego medio. Cuando la seta está húmeda, que es lo más habitual, la forma de controlar el tiempo es dejando que el agua que sueltan de evapore completamente. Si están más secas, es conveniente añadir u par de cucharadas soperas de agua. En ambos casos, las setas estará cocinadas en unos 10 a 12 minutos.






Ponemos las rebanadas de pan en la parte alta del  horno a gratinar por espacio de 5 minutos a 190º. Cuidado, porque se quema con facilidad. Se da la vuelta y se gratina otros dos minutos. El horno te permite hacer muchas tostadas de una sola vez y servirlas calientes.






Antes de colocar las setas en los canapés, podemos untar ligeramente el pan con un aceite aromatizado. El de la foto lleva ajo y romero. Se puede preparar en casa, con aceite de oliva virgen extra. En un par de semanas el aceite habrá tomado el aroma.

Colocar las setas en cada canapé, sin mezclarlas para distinguir los distintos sabores, y ya está…






a disfrutar.....