Crema Helada de Turrón



Todavía estamos en Enero y la Navidad parece ya muy lejana. De repente abrimos un armario y aparece esa tableta de turrón “del blando” que sobró de estas entrañables fiestas. El exceso de cordero, besugo y otros manjares, hace que lleguemos muy desfondados a los postres y, claro, el turrón sobra.

Es el momento de aprovecharla y, al mismo tiempo, recordar con un postre los sabores navideños. El turrón de jijona es, realmente un gran y contundente postre. Pero su contundencia es de la buena: almendras, miel, azúcar y clara de huevo… todo muy sano si se consume con moderación.

El concepto de este postre es muy sencillo. Haremos una crema inglesa a la que añadiremos el turrón blando o turrón de jijona desmigado. Si, pero, qué es eso de la crema inglesa?.





Bueno, pues básicamente, poco más o menos….unas natillas. Vamos a desmitificar…



Para nuestra crema inglesa utilizaremos leche, nata y yema de huevo. Tiene un poco de trabajo y algo de técnica. Pero con un poco de paciencia, se puede conseguir buenos resultados. Y para mejorar, usaremos unas vainas de vainilla natural.


Ingredientes para 4 a 6 personas:

200 gr. de turrón de Jijona (“del blando”)
250 ml de leche
250 ml de nata
6 yemas de huevo
125 gr. de azúcar
2 vainas de vainilla natural
Unos palitos de “Mikado”

Preparación:

Para hacer la crema inglesa, comenzamos separando las yemas de las claras. El método tradicional es: cascar el huevo por la mitad sobre un bol, y dejar que la  clara caiga, mientras pasamos la yema de un lado a otro de la cáscara y mezclamos las yemas con la leche en una cazuela pequeña. Podemos guardar las claras, congeladas, para la próxima receta (ya se está cociendo). Batimos hasta que leche, nata y huevo se mezclen



Aparte, preparamos la vainilla: se corta la vaina de forma longitudinal y, con la punta de un cuchillo, raspamos los granitos de su interior.


En seguida apreciaremos el aroma que esta especia le va a dar a nuestra receta. Añadimos los granitos y las vainas a la crema. Las vainas se retiran al final.


Para que esta crema salga, el secreto está en remover la mezcla anterior a una temperatura en torno a los 85º. Esto se puede conseguir de varias maneras. Utilizando los utensilios más habituales, se puede trabajar la mezcla al baño María.



Para ello tomamos una fuente ancha, situamos un salvamanteles metálico en el centro, y llenamos hasta la mitad de agua y llevamos a ebullición suave
 





Sobre el salvamanteles ponemos nuestra cazuela con la mezcla y, cuando empieza a calentarse, removeremos constantemente. El salvamanteles hace que la ebullición no salpique.






Dejamos enfriar la crema. Tomamos el turrón y lo desmenuzamos. Lo mejor: usar las manos, bien limpias…






Sabremos que la crema está lista, cuando cubra (“nape”,  que se dice en cocina) una espátula o una cuchara.

Añadimos el turrón desmenuzado a la crema y removemos.


El toque final lo dará el frigorífico. Debemos congelar la crema hasta un punto en el que no quede congelada del todo. También se puede dejar en el congelador el tiempo que haga falta y sacarla una hora antes de consumirse. Debe tener una consistencia cremosa y muy fría.

La servimos con turrón desmenuzado por encima, y unos palitos de “Mikado”


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